El agua es un recurso clave en el proceso de creación del acero: está presente en la generación de vapor, el enfriamiento en las acerías y hasta en algunos coproductos. Te presentamos 3 estrategias implementadas para procurar su uso responsable en las plantas.
Cada país donde opera Ternium cuenta con sus propios lineamientos para la disponibilidad de agua superficial y subterránea, así como para su extracción. Por ello, al momento de diseñar cada planta, se buscan las mejores estrategias de gestión de agua según la situación del suministro de este recurso en el sitio de operaciones.
De acuerdo con el Reporte de Sustentabilidad 2021, del total de agua extraída por la empresa, aproximadamente el 94% se limpia, enfría y devuelve a la fuente como agua tratada, lo que se traduce en un consumo bajo. Esta agua es residual lo que significa que proviene de cualquier actividad donde, por su uso, contienen materia orgánica o sustancias químicas que alteran su calidad original.
Estas son algunas de las estrategias para el cuidado del agua que han sido implementadas para reducir el impacto ambiental y apoyar a las comunidades donde se localizan las plantas.
Uso y tratamiento de aguas residuales
En México, las instalaciones de producción de acero de Ternium están ubicadas en zonas de estrés hídrico, de acuerdo con el Atlas de Riesgos Hídricos del World Resource Institute (WRI). Para minimizar su uso, en 2021 se logró disminuir la intensidad de extracción de agua a 3.2 metros cúbicos por tonelada de acero producido.
¿Pero cómo lo hicimos? Utilizando agua tratada de terceros –principalmente aguas residuales–, la cual es procesada en las plantas de tratamiento para mejorar su condición y luego utilizada en distintas etapas del proceso de producción.
En el mismo año, la participación de agua tratada de terceros en las acerías mexicanas fue de 46%. Además, en la planta de Pesquería se utilizan aguas residuales para cubrir el 96% de las necesidades de este recurso.
Monitoreo de aguas residuales
En todas las plantas se monitorea permanentemente la descarga de aguas residuales para mejorar la calidad y reducir los vertidos de agua, utilizando tecnología de última generación y sistemas cada vez más eficientes.
En Argentina, se actualizó el sistema de la planta de tratamiento de aguas que separa las partículas derivadas de la limpieza de los gases de proceso del horno básico de oxígeno (BOF) en la planta de San Nicolás, para extraer sedimento de mayor calidad en las etapas iniciales y lograr una mayor eficiencia.
Los sedimentos derivados del tratamiento de aguas residuales, que a simple vista parecen desechos, en realidad cumplen dos propósitos: se utilizan en el proceso de sinterización y se venden a la industria del cemento.
Por otro lado, en la planta de Río de Janeiro, Brasil, se ha fortalecido el sistema de tratamiento y control de efluentes mediante la implementación de un sistema de medición directa continua y mejorando la reutilización de agua tratada.
Circuitos cerrados
En Colombia, en febrero de 2021 se inauguró un centro industrial en Palmar de Varela, diseñado con un circuito de agua 100% cerrado: la captación de agua solo tiene fines de reposición –debido a la evaporación– y se obtiene de terceros.
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